Teo Pippin recibe un regalo de cumpleaños muy especial. Sin embargo, nada podrá jamás superar a su videojuego favorito: el SplashPaint. O al menos eso es lo que él cree… Porque de repente, y casi sin darse cuenta, se encuentra atrapado en un mundo pequeñito, lleno de locomotoras, vías y entusiastas maquinistas.